Adiós Princesa
“Que por doler
me duele hasta el aliento”
Miguel Hernández
Y te vas Princesacon tu cara de niña,
la mitad de tus sueños
me los quedé por hacer.
Y los sueños que me diste
se desvanecen cada día
desdibujando el aura que te envolvió.
Y no volverás, Princesa,
al sitio que me encontraste,
adormecido en el ocaso
absurdo de la espera.
Y no habrá para mí consuelo,
ni princesas, ni sueños.
Mi Princesa se fue
una noche cualquiera
de un día cualquiera
al lugar donde sólo las Princesas
viven los sueños,
y no me verás en ellos.
Y te vas como viniste,
del sueño a la vida,
de la vida al sueño.
Y me regresas, Princesa,
al sitio que me encontraste,
adormecido en el ocaso
absurdo de la espera.
Badajoz, febrero de 2.002
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