Desde mi ventana...
Desde mi ventana,
parda oquedad de muerto viviente,
vista de cenicientos tejados
y aquel mañana gris,
te recuerdo sobremanera.
Un muerto al fondo,
feliz idea de lo que puedo llegar a ser.
Arriba otro,
no aguanto más la agonía.
Sigo en el recuerdo.
Desvanecimiento de ideas
que pueblan mi mente.
¿Y qué el mañana?
Tal vez hoy no pueda
sentirte plena.
A la espera sigue un ahogo
que corre al compás de la pena
y en la ventana del lodo
una carta que no llega.
Farallón de cenizas,
polvo que se levanta,
que huye mezclado en briznas
de hierbas junto a mi cama.
Mi patio está cercado
de altas paredes blancas
donde los muertos celebran
sus bailes con albahaca.
Bajo mi ventana, triste y sola,
una niña pone
flores de almendro
para una alondra.
parda oquedad de muerto viviente,
vista de cenicientos tejados
y aquel mañana gris,
te recuerdo sobremanera.
Un muerto al fondo,
feliz idea de lo que puedo llegar a ser.
Arriba otro,
no aguanto más la agonía.
Sigo en el recuerdo.
Desvanecimiento de ideas
que pueblan mi mente.
¿Y qué el mañana?
Tal vez hoy no pueda
sentirte plena.
A la espera sigue un ahogo
que corre al compás de la pena
y en la ventana del lodo
una carta que no llega.
Farallón de cenizas,
polvo que se levanta,
que huye mezclado en briznas
de hierbas junto a mi cama.
Mi patio está cercado
de altas paredes blancas
donde los muertos celebran
sus bailes con albahaca.
Bajo mi ventana, triste y sola,
una niña pone
flores de almendro
para una alondra.
Cáceres, abril 1.986
0 comentarios: