A la sombra...
Donde el asfalto se vuelve nombre
A fuerza de quedar,
Vienes cada viernes
A dibujar una sonrisa
En el atardecer mudo de la espera.
De veinte en veinte,
Tango tras tango,
Tus palabras me llevan
Al sendero de un domingo
Y al abrigo de un café en San Francisco.
Tarde fría, ventosa.
De veinte a veinte las horas se hacen una.
Una hora,
Veinte y una,
Vientre unido a mi cintura,
Rostro fino y labios de cristal.
Beso al filo de una noche,
Tango al fondo en San Andrés.
A fuerza de quedar,
Vienes cada viernes
A dibujar una sonrisa
En el atardecer mudo de la espera.
De veinte en veinte,
Tango tras tango,
Tus palabras me llevan
Al sendero de un domingo
Y al abrigo de un café en San Francisco.
Tarde fría, ventosa.
De veinte a veinte las horas se hacen una.
Una hora,
Veinte y una,
Vientre unido a mi cintura,
Rostro fino y labios de cristal.
Beso al filo de una noche,
Tango al fondo en San Andrés.
Badajoz, abril de 2002
0 comentarios: